El objetivo
de la enseñanza a los indios era instruirlos en la fe católica, dicha instrucción
era impartida por los frailes criollos en el idioma nativo.
Los indios
se opusieron a pagarles a los maestros con sus fondos y se resistían a enviar a
sus hijos a la escuela, donde se les ensenaba a leer y a escribir, y claro la
doctrina cristiana.
Con la expulsión
de los jesuitas el objetico de enseñanza cambio a un objetivo netamente político,
se cerraron colegios y para llenar este vacío los franciscanos y los agustinos
abrieron colegios.
En 1786 una
terrible peste causó la movilización de muchas familias a otras ciudades con lo cual el ayuntamiento
de México ordeno a los conventos de los frailes y a las parroquias que se
establecieran como escuelas gratuitas de doctrina cristiana y de lectura,
gracias a esto la mayoría de los niños asistieron a las escuelas gratuitas y
una minoría a las escuelas de los maestros
particulares.
La enseñanza
de las niñas fue rudimentaria, simplemente doctrina cristiana, labores de
costura y a veces lectura y era todo.
Carlos III promovió
la fundación de cuatro nuevas instituciones:
- La escuela de cirugía: Los alumnos adquirían mucha experiencia gracias a todas las prácticas de disección y por sus visitas diarias a los enfermos.
- La academia de bellas artes: Estudio de pintura, escultura, arquitectura, al estilo neoclásico, más que nada sirvió como una escuela técnica.
- El jardín botánico: Con el propósito de encontrar los beneficios medicinales en las plantas, las cuales se clasificaron por genero y especie.
- El colegio de Minería: El plan de estudios era de 4 años de clase (teoría) y 2 años de práctica, se contaba con tres libertarios para la enseñanza de química, física y metalurgia, el cual se convirtió en el centro académico más importante.